Entre los variados circuitos guiados que organizo,a los que titulo "PEDALEANDO POR LA BS AS. SECRETA", y donde se intercalan hechos del pasado,anécdotas,curiosidades,historias de amor,como así también origen de los barrios,bares antiguos,plazas,monumentos emblemáticos e iglesias entre otros,hay uno que reviste un carácter especial:el Hotel de Inmigrantes de la Dársena Norte en Retiro.Este legendario y casi desconocido edificio,que fuera para muchos la primera morada porteña,hoy convertido en parte en museo,genera para quienes lo visiten todo un halo perceptible de nostalgia.
Es que hablar de inmigración en la Argentina,es hablar de una parte grande de nuestra historia.Sin duda,todos somos en alguna generación descendientes de aquellos,venidos con el fin de"hacer la América" como solía decirse por entonces,y yo no he sido por supuesto la excepción.De la experiencia con grupos, a los cuales en un momento invito a contar algo interesante de algún antepasado familiar,en esta oportunidad seré quien comparta con ustedes una breve historia,inédita por cierto,personal.
El abuelo Bernardo había venido al país allá por el año 1910,
cuando contaba tan solo con 18 años de edad. Oriundo del archipiélago español de las Baleares en el Mediterráneo,el barrio antiguo de Palmas en la bellísima Mallorca,vió transitar sus primeros pasos por aquellas callecitas del tiempo.Fallecido en 1940,mi "nona" italiana lo traía al presente con ternura,pués tanto mi madre como sus dos hermanos tenían pocos años cuando enfermó.Fue de mis cuatro abuelos,al único que no llegué a conocer.
Lo cierto es que para enero de 1999,los tres hijos resuelven viajar a Europa con el propósito de conocer sus tierras natales,uniendo los rincones de la capital mallorquina, con el romántico pueblito de Varapodio en la sureña Calabria.De regreso,y ya secas las miradas diseminadas a lo largo de fotografías,filmaciones e infinitos relatos,quise también en cierta forma apostar a ser un integrante mas de ese añorado viaje,del que nunca pierdo las esperanzas de algún dia poderlo realizar.Para decirlo en otras palabras,será una suerte de encuentro con mi abuelo,a quien le debo como segundo su único nombre de pila.
Y es a partir de aquí donde comienza a girar esta historia,porque echando un vistazo a los variados "cables a tierra" que predisponen el sentirme mas vivo,elegí en las artes plásticas el sendero a transitar. Entre los numerosos "souvenirs" exhibidos,figuraban decenas de pequeñas postales,de las que "robé" una de ellas llevándola a mi atellier en el mayor de los secretos. Me seducía la idea de pintar un òleo de 1.15 ×0.85 cms.de la calle de la Almudaina del viejo barrio de Palmas,lindera a la de Calatrava,lugar donde había nacido y vivido el abuelo hasta su partida. Sobre las postrimerías de la obra, y en esa ambigua sensación,similar a cuando nos acercamos en cada vuelta de página al epílogo de un buen libro,tomé la firme decisión de regalárselo a mi madre.
Todo estuvo terminado y debidamente enmarcado en la Nochebuena de ese mismo año,para que entre el parpadear de luces del arbolito apareciera inserto este misterioso y gigante paquete,envuelto en papel de regalo,el que sería abierto a la hora señalada en presencia de los tres hermanos. El clima que Papá Noel generó al develarse la sorpresa,es tarea fácil de imaginar.
Sin embargo todavía quedaba algo mas. Dedicado asimismo a mis dos tios,no solo el sentimiento puesto en la pintura tuve la intención de manifestar esa noche. Obviamente a través de este medio,se torna imposible apreciar lo realizado en materia de colores,textura y demás,pero en cambio si,en el uso de la palabra,como otra clara manera de expresión. Con texto que adjunté a la tela,la siguiente poesía de once estrofas responde entonces a mi querido ABUELO MALLORQUIN,y en él porque no,
a un sincero y humilde homenaje,para todos quienes hicieron de esta Argentina en tan costoso desarraigo su segundo hogar.
Fue desde siempre la vida
que nos jugó al desencuentro,
fue tu temprana partida,
que con prisa no esperó.
Abuelo grité silencios,
sentencia, mordaza sin fin,
un viajero de otro tiempo,
una deuda del vivir.
Si tu nombre lo has pensado
archivado en el olvido,
por tu nieto rescatado,
con orgullo dentro mio.
¿Que callejuelas surcaste
en la portuaria Mallorca,
con que ilusiones partiste
para nunca mas volver?
Desde un viaje imaginario
por mi mente del lugar,
con mis ansias,cautivado,
hoy tu mundo fui a pintar.
Por Calatrava la magia
al desojar fantasías,
del barrio antiguo la gracia
con el candor de su clima.
Caminé calles siguientes
y en la Almudaina vecina,
con los colores ardientes,
eché a volar mi ilusión.
Y la paleta vistió...
de ocres,violetas,dorados,
carmines,naranjas,bordeaux,
con tantos tonos variados.
Del pincel que me pintaba
en los trazos su tezón,
solo yo no lo guiaba,
latía si otro corazón.
Ya en los matices de Palmas
me floreció la pintura,
y entre los duendes del alma,
una emociòn mas allá.
Entonces sentí al abuelo
aprobarme desde el cielo,
sinfonías de"Bernardos",
¡ castañuelas de te quieros...!
FIN.